Textos

Como una casita de cartas los macedonia cabeza de fósforo
Van alistándose de a uno para crear una pirámide

La pirámide que estos sujetos pueden lograr, rompe con el paradigma líneal de la distribución de la riqueza En la cima Patricia estrella no es yeta, es cheta y chueca Entonces ella balancea entre sus extremidades yendo de la cama al living, mientras luce unas flail weapon Sus zapatos se derriten como las velas en los antiguos candelabros así posa cera caliente sobre la cabeza llena de platos de los mozos más inestables del condado Ellos gente de tres dedos y sancos prodigiosos, son encargados a través de la historia de generar un vínculo entre el comenzal y los abarrotados cocineros En una siguedilla el equipo sabe mimetizarse tan bien que; Uno estará con las piernas entre abiertas Dos abiertas totalmente Y el tres cerradas Así podrán mantener a todos sus comensales contentos En la última línea y haciendo malabares se encuentran: Pimienta y sal junto con agua y harina, como todo ser que elabora comida, estos dos deben liderar el equilibrio entre las agujas de reloj debajo de su suela, el fuego sobre sus cabezas y una fina línea a mantener recta en sus manos. Como artesanos chinos, son los encargados de que Patricia se babee y así su saliva alcance la cabeza prendida fuego de los mozos, así apagando su incendio antes de que el perro queme sus ideas. Así funciona la torre de cartas 🃏 que desarrolla dentro de una cocina la artista 👩‍🎨 @catalinaytuvoz

He de ser faro:
Un faro es una torre alta con luz,
que sirve de guía a los navegantes.
He de brillar e irradiar la luz que te oriente, que te de confianza. He de ayudarte a ver el camino cuando te encuentres perdido en el misterioso oleaje de la vida, en las oscuras y cálidas noches de silencio frío... He de mantenerme en tierra firme He de confiar en que algún día, la marea te traerá a mi puerto, y subirás a mi torre y arderemos en luz como alguna vez lo hicimos.

¡Dale!
¡Habla carajo!
deci algo
por favor Okay, si no vas a hablar, hablo yo Perdón, yo se que siempre te escucho cuando ya se fue todo al carajo, cuando ya perdí el rumbo, cuando mi brújula pierde el norte, Perdón, yo se que me advertiste, que una y mil veces me aconsejaste, mientras yo me hacía la boluda, mientras subía el volumen de la canción para no escuchar tus gritos que anunciaban el caos. ¡Ey! ¿Seguís ahí? ¡Rescatate! juguemos a eso que hacemos siempre, tírame tus señales, tirame la posta, esta vez te juro que no invito a la cabeza a jugar, esta vez y para siempre subo el volumen de tus palabras, me las tatuo en los párpados! Dale, manifestate, otra vez, aunque sea una última…

El sol pinta con sus rayos,
sobre las nubes del amanecer,
maravillosos colores,
y vuelve a crear otra de sus obras cuando cae el atardecer. La luna, que justo llega, los admira encantada. La luna hace brillar con su magnífico reflejo las oscuras aguas del mar, aquellas mismas que con su poesía hace tremular. El sol, curioso, la escucha escondido y la imagina recitar. Ambas bailan por el cosmos, cada una en su órbita, van ofreciendo luz para alumbrar el camino de sus hermanxs. La luna toca dulces melodías, El sol pone a todos los astros a bailar a su compás, se miran se hablan se sienten se separan se encuentran y se besan en algunas noches (de eclipse) apasionadas. deben de extrañarse…

Confabulan las inquilinas de mi mente,
siento el eco de su parlar en mis reflejos,
a veces gritan tan fuerte que secuestran mi luz
hundiéndome en (Neptuno) casi que logran derribarme pero recuerdo que soy yo la que les otorga ese poder y justo cuando estoy por prenderlas fuego decido mirarlas de frente y decirles “Gracias” y estas libremente se alejan volando dejando de atormentarme y descubro que ahora sí soy yo eligiendo desde el amor en armonía con todo mi actuar, mi sentir y mi pensar.

Desmembrar mi alma de la sombra
degustar la realidad y que esta no me sepa amarga
que baile
que se desplace por mi paladar sin dejar huellas de tristeza abrazar la vorágine girar con ella en total entrega aceptando lo que es aceptando que todo es perfecto como es confiando en que todo pasa por algo porque? por algo porque? por algo porque?

Sirena confundida,
las aguas reclaman
que es hora de volver;
no vuelve sola, lleva su canción. Vivo otra vez: soy la flor que brota de la fuente; mi cuerpo, fruto del misterio, lleva en su interior memorias del ser que fui, memorias que el fuego quemó para transformar lo viejo. Mis ojos llenos de verdad observan el desierto y ven el mar; recorro dos caminos que son hermanos. En mi garganta, los mundos olvidados vuelven a nacer. Cuando mi tiempo llegue, como gotas de agua y sal, volveré al mar. Sal y tiempo. ¿Quién soy ahora?

Me rompo como las olas cuando te veo entrar
y soy naufraga de tus ojos.
Me hundo en lo más profundo de ellos.
Siento lo más interior tuyo a orillas de mi ser: una conexión q me cuesta entender, pero me dejo fluir en las mareas de este amor, infinito -sin-fin- cual océano en el horizonte, entro en vos y salgo de tus aguas como el sol en el amanecer, y como éste salgo iluminada, con rayos que proyectan la alegría que emana desde lo más puro de mi ser. Incontable, como los granos de arena, la felicidad que siento cuando te veo llegar.

Hace poco una ex pareja apareció de la nada queriendo retomar el vínculo. Le dije que no era tan simple, que ahora tenía muy en claro lo que quería y que iba en búsqueda de alguien que me lo pudiera brindar. Me preguntó "Que queres?", me puse a pensar y escribí lo siguiente:

Ser amado, deseado y valorado
Alguien con quien compartir triunfos y derrotas
Un confidente, un compañero
Que me haga reir
Poder ser yo, sin espinas
Cojer mucho
Besos, mimos y abrazos
Confianza, la verdad ante todo
Sinceridad, caracter, inteligencia y empatía
Intensidad

Ya es una escena repetida, como con las figuritas que intercambiaba en el colegio, esta "late" seguro. La de estar sentado alrededor de mucha gente y no saber que hacer para escapar de mi asquerosa e irritante tímidez, va, en realidad si se que hacer, es fácil: hablar. Tan fácil que parece complicado, o al menos esa es la lógica que mi mente ejerce, porque nunca termino animandome a cambiar, a tratar de hacer que una de estas escenas cambien, siempre se como terminan, que odio me provoca saber que estoy en lo cierto cuando menos quiero estarlo, esa impotencia, esa rabia me lleva siempre a reflexionar otra vez sobre qué hacer. Como cuando imagino cosas que nunca me van a pasar, y pienso que no me van a pasar solo porque son justamente un producto de mi imaginación, y entonces me deprimo aunque se que es un estúpido asunto psicológico el que me lleva a sentirme de tal manera. Me pasa mucho. Demasiado diría. Son escenas repetidas, como cuando "despues de debatir con alguien se te ocurren las respuestas perfectas", es algo que se ha transformado en una experiencia de la cual irónicamente no puedo aprender, porque siempre vuelvo a la misma situación. Se que puedo cambiarlo, pero tambien aunque me duela, no tengo la valentía para generar ese cambio, eso es una porquería. Tantas veces me propuse que la escena sea nueva pero nunca fue como lo esperaba, y creo que a eso se me puede criticar que "me genero demasiadas expectativas". Que estupidez. ¿Quién no se genera expectativas?¿Quién no se imagina alguna situación? Me niego a aceptar que existe alguien que pudo no hacer esas cosas. Por lo pronto, solo espero aprender a transformar en virtudes mis defectos, a pesar de tener que enfrentar el fracaso, esa palabra que todavía me sigue dando miedo aunque intente esquivarla.

Tengo ganas de volverte a ver pero... ¿Que tan bueno sería eso? Desde donde yo lo veo resultaría muy desagradable, porque de vos ya no se nada, pero de mí se todo lo que de vos espero. No tengo ninguna razón, ningún motivo para esperar algo, pero ahí estoy yo, a la expectativa de algo que no quiero superficialmente que se de. Pero por dentro estoy ansioso, porque aunque se que vos te olvidaste de todo, yo todavía recuerdo cada chiste estúpido, cada anecdota sonsa y cada charla por más corta que haya sido. No se me borran esos sucesos. Están puestos en loop dentro de mi mente y cuando estoy con los demás creo tener el control para pausar esa secuencia pero siempre que estoy solo vuelve hacia mí. Es horrible. Es horrible pensarte sabiendo que no voy a verte, pensar en un chiste que no voy a poder contarte, recordar algo que me contaste y querer referenciarte, hablar de momentos compartidos y tener que nombrarte porque hasta mis personas más cercanas sabían quién erás y quién sos. Pero yo no. Yo nunca pude ni voy a poder entender como no supe quien eras vos, y a día de hoy, quien sos. ¿Quien sos? Seguro debes haber cambiado y eso es lo único que me deja tranquilo, que hayas podido continuar a pesar de como te traté, como una desconocida, se que quiero encontrarte pero en el fondo también se, que cuando lo haga voy a tener que enfrentar la verdad, y la verdad es que no te merecí ni te voy a merecer nunca en la vida y es un error que me va a marcar probablemente en mi adolescencia como otra más, de mis peores decisiones.

Nose como arrancar, pero se que quiero decir. Siento que la gente es injusta conmigo, y que yo a su vez no soy justo con la misma por pensar en eso. Siento que soy irrelevante, transparente. Hago un montón de cosas por entretenimiento mío, pero también para que los demás se diviertan jugando, pero nunca se divierte nadie. Soy eso, una especie de payaso que no logra cumplir su rol principal: entretener. Intento agradar, creo ponerle de mi parte pero parece que nunca es interesante. Quizás no soy el problema. Quizás son los demás. Lo lógico es que si me pasa con tanta gente, es que soy el denominador común de mi problema. El generador del aburrimiento. Y es que juro que trato de no generar expectativas, simplemente no puedo con mi pensamiento, mi forma de ver las cosas, siento que todo el mundo que habla conmigo es solo por compromiso, no porque realmente quiere. Que se rien falsamente, que ignoran cuando les hablo, que desean desaoarecer ni bien me les acerco. Me siento una pesa. Un yunque. Algo que la gente no quiere cargar. Por más que viniese alguien a decirme: "no, no es así" nunca me convence. Siempre los veo como un personaje que hacen para no sentirse mal ellos. A nadie le importo realmente, salvo a mi familia, si no fuera por eso, quizás estaría peor. Encima, el problema es que si yo le dijese a alguien todo esto que escribo, intentaria consolarme Y RECIEN AHI actuaría "que le interesa algo que hago". Ni siquiera eso, porque seguramente en unos meses se olvidaría y seguiría para adelante esa persona, capacidad que lamentablemente no he conseguido nunca. Espero no tener más fe en lo que viene. Porque actualmente, todos me decepcionan, menos mi familia.

El baile como forma de descarga debe ser la más eficiente de todas, y la única que he usado muy pocas veces y me dá tanta vergüenza como ninguna otra. Ahora mismo de hecho, sufro las consecuencias de mis infantiles miedos. Sentado alejado de una pista es el único lugar que me da seguridad, que me hace sentir que no estoy a la vista, protegido de alguna manera. Y otra vez, soy capáz de ver mis errores pero no de corregirlos, con lo cual lo primero que menciono es totalmente en vano, no sirve de nada. Todo el mundo tiene responsabilidades, problemas, diferencias y una gran acumulación de estrés, y se los guardan todos, los reprimen, para luego descargarlos de cualquier forma. En este caso el baile. Todos bailan. Y los que no lo hacen consumen sustancias que les den el valor para poder hacer lo que creen no están capacitados en un estado de sobriedad. Después de bailar y bailar liberan todo lo que tenían guardado y descansan lo que puedan, para finalmente volver a empezar este proceso cíclico de represión y estrés que genera solamente angustia, desesperación y exageración de problemas que son realmente mínimos. Pero por lo menos se descargan. Yo no lo hago. Decido por cuenta propia convivir con toda la mierda que junto en mi mente, y lo peor de todo, que no le hago frente. A veces me pregunto cuando fue la última vez que me descargué y no lo recuerdo, sólo se que me escondí siempre que pude, creyendo que era la mejor opción. Estaba equivocado, obviamente. Quizás sea tiempo de pararme, dejar de escribir, salir de las sombras que me "resguardaban" y probar sacarme de encina mío todo lo malo que me pasa. Lástima que todo siempre es hipotético, y nunca se concreta en una realidad.

Que pereza me da estudiar, y eso que le pongo ganas, pero es imposible, está complicado lo de encontrar motivaciones. Tuve muchos objetivos que parecían claros pero nunca llegue a una conclusión. La verdad que esto me tiene muy confuso. Lo peor es que sé que es algo absurdo, que la solución está a simole vista y no la puedo ver igual. Que poca ansia tengo de encarar el futuro poniendo responsabilidades porque si no fuera por eso, ni pensaría en el mismo. Simplemente viviría. Obviamente más de uno leerá esto y pensará que hablo cosas sin sentido, que nadie escapa a su realidad y/o responsabilidad. A lo mejor no sea así y puedan empatizar conmigo, no lo sé. No es lo que busco, sinceramente. Lo que busco solamente es atención. Me di cuenta hace poco. Ahora intento de encontrarme a través de estas palabras, a la espera de que mi inconsciente pueda mostrarne que camino debo o debería tomar. Esto lo escribiendo en la cuarta clase de mi segunda carrera, y con la voz del profesor como una radio que suena de fondo. Lo ignoro y me retracto sabiendo que me va a pasar factura, a su vez dandome asco de ser tan ignorante.

Me encuentro sentado en una clase de Psicología, y la unica vuelta que le veo es que estoy corriendo de mis responsabilidades. Evitando sentir el fracaso, otra vez. Me está ganando, ¿Sino porqué estaría acá? Sentado en un lugar que no me interesa, sabiendo que no me va a llevar a nada, y peor todavía: gastando mi tiempo. Ese tiempo que no vuelve, que podría estar invirtiendo en otra cosa que me enriquezca a mí. Estoy juntando valentía para tomar decisiones todavía, pero espero no tardar tanto, porque al final la pereza me va a ganat también y voy a seguir perdiendo el tiempo que necesiti para ser más felíz. Después de todo, siento que de eso se trata, de pasarla bien, de encontrar aquello que me haga felíz, y que me de una señal de a donde dirigirme cuando me encuentro perdido en la vida. Quizás así es, y la felicidad sea la brújula para encontrar el mejor camino para vivir esta aventura que es la vida. Por ahora no tengo esa brújula, a veces creo tenerla, pero en el fondo se que no tengo control de a donde me dirije y germino por concluir qye nunca la tuve. Como ahora. Nose que hago acá, porque pierdo tanto tiempo acá, porque me obligo a hacer esto. Pero como siempre, se porque es, es por la presión que yo mismo me pongo, porque sé que si lo dejo voy a estar en el punto de mira de mi familia, juzgado por todos los que me conocen. Prometí algo que no logré hacer. Para mí el éxito se forma de muchos fracasos, pero primero tengo que asumir que he estado, y estoy, fracasando. Espero que el miedo que le tengo a fracasar finalmente pueda ser derrotado y encuentre un nuevo proyecto para emprender y que las ganas que tengo de que todo cambie se sacien con esa experiencia.

Nueva aventura, nuevas energías, movimientos, sensaciones, direcciones, objetivos, y más. Así me siento, y me encanta. Parece que por fín estoy tomando la posta en esta carrera que mi mente me hace correr y que todo comienza a tomar nuevas dimensiones. Quizás tan solo es la primavera que se hace presente mientras escribo, que me acompaña de la mejor forma posible en este contexto de descargo. Pero realmente siento que todo lo que se viene va a estar muy bueno, y que en este momento, que me siento a escribir al lado de una estación después de perderme, es el punto de partida de todo aquello que mencioné. De todo aquello que anhelo. Lo nuevo. Descubrir. A veces pienso que nunca conocí el verdadero disfrute de realizar un trabajo, o de comenzar un proyecto, hoy puedo decir, que el cambio de aires o algo en mí me impulsa. Creo que se llama motivación, ya me olvidaba su nombre, que linda palabra. Espero que pueda recordarla más seguido. Solo me queda ganarle al miedo al fracaso, y quién te dice que eso no venga con este ataque de motivación en el que transcurro... mientras tanto, solo escucho música (Eddie Rabbit - I Love a Rainy Night) y vivo sin rutinas.

Me siento solo, y eso que escribo esto tras haber tenido compañia hace tan solo segundos. Estoy cansado de aferrarme a las demás personas como so de eso dependiera mi existencia, pero así es. Me corrijo, así creo que es. Últimamente todo lo que me suceda estando acompañado queda eclipsado por la soledad del momento después de estarlo. Siento que a nadie le intereso, le importo, que nadie piensa en mí. A parte de mi familia, obvio. Pero la familia uno sabe que lo quiere, por lo menos la que me tocó siempre me lo recuerda. Lo externo a la familia no. Yo creí que lo sabía. Creí que le caía bien a la mayoría de la gente que conocí y que siempre fui bueno en mayor medida, que recuerde, con la gente que conocí. Seguramente la cagué con alguien, no lo niego, pero a su vez estoy seguro de que no es lo que me hace sentir tan solo. Viene de la desconfianza, de la decepción de la cuál ya he escrito en otra nota. Siento que nadie para de decepcionarme, que la gente cree que soy ciego y no puedo ver como me ignoran o me tratan de forma distinta. Lamentablemente lo veo. Siempre. Me es inevitable verlo. Hay personas las cuales crei que me querían más de lo que realmente lo hacían. Se ve que ya estoy acostumbrado a decepcionarme, a seguir perdido en esta irremediable inseguridad que no me deja vivir en paz conmigo mismo. La odio. Pero siento que tampoco es solo culpa mía, suena injusto que todo sea mi culpa, siento que hay que compartir la responsabilidad. Si soy inseguro es por algo. Y si nadie me inspira confianza tambien hay una causa. La verdad nose que hacer, solo se que tengo que orientarme, porque como dije, estoy perdido, y nunca es recomendable estar perdido en un oceano repleto de tiburones, como es la vida.